Hoy me gustaría hablaros de Jess Brown: se trata de una madre californiana que un día empezó haciendo muñecas para su hija y al final montó una pequeña empresa de muñecas preciosas.
La abuela paterna de Violeta le regaló una. Os puedo asegurar que estas muñecas son un encanto y a mi hija, cuando la dejo jugar con ella, hasta se le ríen los ojos de feliz.
Pero hay que tener cuidado porque estas muñecas tienen aplicaciones como botones y no se debe dejar un niño de menos de tres años jugando sin supervisión de un adulto.
Están todas hechas con tejidos nobles como la cachemira, muselinas, botones antiguos, y hasta el color de la piel es conseguido a través del té de Persia. Esto suena bien!
Lo único malo que yo encuentro en estas muñecas es su precio: cerca de 150 euros. Un poco, no? Bueno, hechas a mano, no hay dos iguales... esto también se paga.
Para que sirve el dinero? -Para nos hacer felices. Pues ya está. No pensemos más.
Se pueden comprar en la pagina web de la autora, directamente de los Estados Unidos o en muchas tiendas on-line.
Los conejitos también son muy monos.
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